Nota: El siguiente artículo ha sido escrito por Lucía, una colaboradora del Blog que se ha ofrecido en escribir la siguiente entrada. Disfrutad
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Para todos los hombres: la razón por la que saco este tema a colación es porque la mayoría de ustedes no dan el trato debido a nuestros senos, es decir, la tendencia que ustedes tienen es de sólo darles unos breves toques con sus dedos, labios o lenguas e inmediatamente se van a otros lugares un poco más húmedos, y nos dejan con el deseo frustrado de: QUEREMOS MÁS.
Podrían conseguir más de nosotras si les prestasen a nuestros senos la dedicación y atención debidas.
¡No se apresuren chicos, por favor!, si quieren conseguir que sexualmente estemos a sus pies, tienen que motivarnos CON CALMA, poniendo sus 5 sentidos en lo que nos hacen (porque nosotras sentimos cuando no están del todo centrados en nosotras) y tocando suavemente los puntos en los que ustedes sientan que obtienen mayor respuesta de nosotras. Si sienten que algo nos gusta, quédense ahí al menos un rato.
La mayoría de los hombres tocan nuestros senos durante el acto sexual tratándolos como si fueran pequeñas masas de pizza. La verdad es que esto no está mal, pero no debe realizarse cuando recién nos empiezan a tocar, sino luego de habernos besado, lamido o lo que ustedes quieran, suavemente.
Es decir, nos calientan bien y suavemente (el calentamiento no debe ser necesariamente extenso, sino más bien efectivo) y luego ¡bésennos como quieran! ya que en este punto aceptaremos todo.
No sólo besen nuestros senos, lámanlos, acarícienlos, succiónenlos, ¡láncense sobre ellos!
Empiecen con un total y apasionado acto boca – pezón. Les recomiendo que primero lo lleven dentro de su boca y masajeen el área alrededor de la aureola, primero con los labios y luego con la lengua. El que nos acaricien al área de la aureola para nosotras es muy excitante; la sensación es muy parecida a cuando nos respiran o besan en el oído, se nos escarapela el cuerpo.
Lámanlos como si fueran un helado de cono, bésenlos, hagan de todo… ¡pero JAMÁS, mis queridos hombres, los vayan a morder! nos duele, y no saben cómo nos pueden desmotivar en un segundo si nos causan algún tipo de dolor en pleno acto sexual.
Finalmente, todo se resume a tratarnos con amor y a que ustedes disfruten también de lo que nos hacen (de eso se trata), porque el sentir que ustedes realmente disfrutan al tocarnos y que sienten placer sexual y lo “demuestran” (es importante que ustedes demuestren que también lo disfrutan), nos excita más, nos libera más y así pueden conseguir ustedes más cosas de nosotras.
¿Te has dado cuenta que cuando una mujer pone a tu compañerito en su boca, instantáneamente te vuelves gelatina? ¿Y si sientes que ella disfruta con esto y te lo demuestra de cualquier manera, te excitas más? Esto sucede porque el sentir que a ella le gusta tocarte, te libera, te desinhibe; bueno, igual sucede con nosotras.
Igualmente, cuando una mujer recién empieza a tocarte allá abajo y no lo hace con “habilidad y cuidado” ¿no te molesta, y hasta te duele? también sucede igual con nosotras. ¡Suerte!.